martes, abril 08, 2008

MONK. OBSESIVO, COMPULSIVO, GENIAL.

Hace ya algún tiempo que quería hablaros sobre esa serie tan interesante que es Monk pero, como siempre, intento hacer tantas cosas a la vez que termino por olvidarme de algunas a corto plazo. "Es un don... y una maldición", como diría nuestro amigo Adrian Monk. Sí, ya veis que la serie no trata sobre un monje (monk es monje en inglés) sino que el nombre se debe al apellido del protagonista (aunque los guionistas no pasan por alto esta circunstancia y aprovechan el juego de palabras sarcástico en algún episodio).

Tony Shalhoub da vida a Adrian Monk.

Adrian Monk ejercía como detective de la policía en San Francisco. Su obsesión por el detalle y una aguda capacidad para descubrir y analizar todo aquello que los demás pasan por alto le granjearon una gran carrera en el Cuerpo. Pero el asesinato de su amada esposa Trudy en un atentado con coche bomba hundió a Monk en un estado casi catatónico durante varios años. Tras una recuperación parcial gracias a la ayuda de su enfermera particular, Sharona, Monk sufre un exageradísimo caso de trastorno obsesivo-compulsivo que lo ha invalidado como detective del cuerpo de policía. Ahora trabaja por libre resolviendo crímenes, aunque principalmente ejerce como asesor del incompetente Cuerpo de Policía que decidió prescindir de sus servicios años atrás.

Curiosamente, su enfermera se ha convertido en algo más: una asistenta que lo cuida como a un niño pequeño y de la que Monk depende completamente para llevar una vida lo más "normal" posible. El hecho de que la palabra normal vaya entre comillas no es casual: Monk lleva su obsesión por la limpieza hasta el límite (y lo cruza), cree que la naturaleza lo puede contaminar y por ello es incapaz de tocar cualquier cosa que provenga de ella, sólo puede beber una marca concreta de agua embotellada, inmediatamente después de darle la mano a alguien exige a su asistenta una toallita para limpiarse y tiene una larga lista de fobias encabezadas por elementos tan curiosos como la leche y los animales...

Con este historial, es difícil tomarse en serio a Adrian Monk; tamaña lista de trastornos, agravada por su desgracia personal, oculta en un primer momento el hecho de que Monk es un auténtico genio, un maestro del razonamiento, una mente privilegiada y muy despierta. A lo largo de la serie, Monk (acompañado siempre por su asistenta) participará en cientos de casos mientras intenta solucionar el único rompecabezas que no ha sido capaz de resolver en su carrera: el asesinato de su propia esposa.

Parte del cast habitual de Monk, incluyendo a su nueva asistenta Natalie Teeger (que se incorpora en la mitad de la tercera temporada).

Como podeis ver, el argumento de fondo de la serie es más que interesante. Si a esto añadimos unos secundarios con gancho y muy divertidos (el psiquiatra de Monk, el capitán Stottlemeyer, el teniente Randy...), una interpretación magistral de Tony Shalhoub en el papel de Monk y una calidad de la serie que aumenta progresivamente con cada nueva temporada, tenemos como resultado un cóctel de lo más apetecible.
Dicho esto, solo me resta aconsejaros algo de forma totalmente compulsiva: ved Monk, logrará obsesionaros.

2 comentarios:

estanli cuvric dijo...

Aunque reconozco la calidad de la serie, y tras intentar seguirla un par de veces, he de confesar que no llega a engancharme... no sé, ahí algo que no termina de convencerme en Monk... aunque ahora mismo no sé lo que es. Gñé.

Un gran descubrimiento su blog, vive dios.

Gabriel M. dijo...

Entiendo esa sensación que me cuentas sobre Monk porque yo también la he tenido ;-) No fue hasta bien entrada la tercera temporada cuando la serie logró finalmente engancharme. No es el mejor show de la TV, pero es agradable verlo de vez en cuando :-)

Muchas gracias por tu amable comentario y espero seguir leyéndote en este pequeño rincón de la web en el que escribo con muchas buenas intenciones y bastante poco tiempo :-). Me apunto las direcciones de tus blogs para leerlos con calma. ¡Un saludo!