jueves, octubre 06, 2005

LA FÁBRICA DE SUEÑOS DE TIM BURTON.

En Charlie y la Fábrica de Chocolate Tim Burton nos sorprende una vez más con su enorme imaginación y capacidad creativa. La estética de la película nos remite indudablemente al mejor Burton, regalándonos incluso un guiño a Eduardo Manostijeras (esa escena en la que Willy Wonka corta la cinta inaugural de su primera fábrica usando unas enormes tijeras).

Lo mejor, la impagable interpretación que Johnny Depp hace de Willy Wonka. La capacidad expresiva de la que hace gala el actor, generando sonrisas en los espectadores pero sin caer en la ridiculez, es sin duda digna de mención.
Otro apartado realmente llamativo es la atípica banda sonora firmada por ese otro genio llamado Danny Elfman.
Una vez más somos testigos de lo mucho que Elfman es capaz de aportar a la imaginería gótica y fantástica de Burton pero en esta ocasión, además, el apartado sonoro está aderezado con multitud de melodías de los géneros más dispares, demostrando la versatilidad de este compositor, encasillado e infravalorado por las malas lenguas en diversas ocasiones.

Quizás el mayor logro de Burton en este film es la maravillosa capacidad de hacer que los adultos revisitemos las ilusiones y los sueños propios de la infancia y nos sintamos como niños (en el mejor de los sentidos) durante casi dos horas de metraje. Y eso, en los tiempos que corren, no tiene precio...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta sentirme como una niña pequeña. Creo que sólo Tim Burton lo consigue :)