martes, julio 22, 2008

BÓVEDAS DE ACERO. UN CRIMEN IMPOSIBLE AMBIENTADO EN UN FUTURO PLAUSIBLE.


En un futuro lejano, en el que el hombre ha sido capaz de colonizar nuevos planetas, la población de la Tierra vive confinada en ciudades de proporciones gigantescas que crecen en sentido altitudinal, auténticas bóvedas de aséptico acero que se pierden en las alturas. Alimentados por derivados de la levadura y desarrollándose en precario equilibrio, los terrestres miran con envidia y miedo a sus parientes espaciales, humanos que han nacido en otros planetas fruto de la colonización y que viven en armonía perfecta con los robots que han desarrollado, siguiendo lo que ellos llaman un "modelo C/Fe".


Elijah Baley es un humano terrestre de lo más normal... realiza su trabajo diario con meticulosidad, tiene una esposa y un hijo de 16 años y, como la mayor parte de los humanos terrestres, siente una cierta aversión por los robots, los cuales ya han empezado a sustituir a las personas en diversos cargos laborales. Pero, además, Baley es un poli neoyorquino de clase C5 al que se le ha asignado un caso de lo más delicado: resolver el asesinato de un importante científico del enclave espacial (un puesto avanzado de los espaciales en la Tierra). Todos los indicios apuntan a que el asesino ha sido un terrestre y, de confirmarse esta hipótesis, provocaría un aumento de la tensión en las relaciones entre ambas culturas. Pero Bailey no estará solo en su difícil tarea pues los espaciales han insistido en enviar a un investigador propio: Daneel Olivaw, un robot de aspecto virtualmente idéntico al de un humano que se convertirá, contra los deseos de Baley, en su nuevo compañero.

Está claro que Isaac Asimov no era el mejor narrador de su época... plasmaba sus ideas con un estilo más que correcto pero, en mi opinión, no era el mago de las palabras que algunos quieren ver en su persona. Sin embargo, sí era un auténtico genio, un adelantado a su tiempo y, mezclando su brillante imaginación con un conocimiento científico apabullante, dio vida a numerosas obras que hoy en día son clásicos indiscutibles de la literatura de ficción y que seguirán siéndolo en el futuro. Libros más que bien escritos, meticulosos y con momentos concretos de auténtica brillantez literaria; historias fabulosas fundamentadas en una base científica (casi) impecable; obras memorables que resultan profundas a la vez que accesibles.

Conozco la obra de Asimov desde hace años, gracias al fanatismo juvenil de mi padre hacia este autor. No se trata de que él me recomendara sus libros, ni de que me los pusiera delante de las narices... simplemente tuve la suerte de crecer en una casa repleta de libros y, entre ellos, había un buen puñado de obras de ficción de los años '50, '60 y '70 que me miraban día y noche desde las estanterías de mi dormitorio... así que la tentación de tomarlos y explorar sus páginas era demasiado grande como para obviarla... Mundos fantásticos, futuros imposibles, otros terroríficamente realistas, robots, ciudades en el espacio, el conflicto ético y moral del hombre frente al desarrollo científico e incluso el sentido mismo de lo que significa ser humano... no parecen los típicos argumentos literarios dirigidos a un niño de 10 años pero doy fé de que pueden atrapar su imaginación y entusiasmarlo hasta límites insospechados... al menos conmigo lo lograron.

A pesar de lo dicho, hoy en día me encuentro muy pero que muy lejos de ser un experto en la obra de Asimov; he leído algunos de sus libros (aunque no tantos como mi padre ;) ) y me fascinan pero (... y esto es una suerte...) todavía me quedan muchos por disfrutar. Aunque parezca mentira uno de ellos era este Bóvedas de Acero, un clásico impecable que suele citarse como una de las obras indispensables en el inmenso repertorio escrito por el maestro Asimov y en ese fecundo campo que es la literatura de ciencia ficción en general.

Ahora que por fin ha caído en mis manos esta buena edición publicada en España por Bibliópolis (la misma compañía que tiene los derechos de reproducción de la saga de Geralt de Rivia) y he podido leerla con calma y un inmenso placer, mi impresión es enorme: además de parecerme uno de los mejores libros de Asimov que he podido leer, esta gran historia de ficción contada en clave policiaca (una estrategia narrativa que al señor Asimov le gustaba particularmente y, si no me creéis, leed su más que recomendable Asesinato en la convención) ha logrado engancharme como pocas. La ambientación fascinante, los personajes perfectamente construidos y una narración muy correcta no logran ocultar un poderoso trasfondo ideológico que nos obliga a ponernos en la piel de varios personajes y plantearnos algunas cuestiones éticas, psicológicas e incluso filosóficas de lo más interesante.

Tal y como dicen muchos expertos, Bóvedas de Acero es un clásico imprescindible de la ciencia ficción. Si os gusta el género y os atrae lo que os acabo de contar, no tardéis tanto como yo tardé en leerlo; ¡no esperéis más!... corred a conseguir un ejemplar y disfrutadlo. No os decepcionará.

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