martes, abril 18, 2006

SAMURAI CHAMPLOO

Antes de empezar el "análisis" (por llamarlo de alguna forma) de este anime dejaré clara una cosa: me encanta. Así que ya sabeis lo que viene ahora: el pesado este que escribe en el blog lo va a poner por las nubes xD.

Como introducción a este post es imprescindible mencionar otra serie de la que otro día os hablaré con más detalle. Así que ahí va:
Conozco bastante gente que empezó a ver el anime con buenos ojos a raíz de digerir la originalidad explícita de Cowboy Bebop, quizás la mejor serie anime jamás creada. Y no es de extrañar, tiene todos los elementos para gustar a los espectadores: un argumento cuidado que escapa de los cánones infantiloides de otras series, belleza estilística, capacidad para sorprender en cada nuevo capítulo, elementos característicos de lo que se ha dado en llamar "space opera", una banda sonora que juega un papel tremendamente importante en cada una de las historias que se cuentan y unos personajes carismáticos de los que inicialmente no sabemos nada... el atractivo principal es que son presentados de forma súbita al espectador, el cual descubre poco a paco sus motivaciones y sus respectivos pasados conforme avanza la serie.

Pues bien, Samurai Champloo es obra de los mismos autores que parieron Cowboy Bebop y comparte sus virtudes. ¿Cuál de las dos es mejor? No sabría decirlo, ni me sentiría bien decantándome por una sola siendo ambas tan buenas.

Samurai Champloo narra las peripecias de tres personajes -una chica (Fuu) y dos jóvenes samurais (Jin y Mugen)- que buscan a un misterioso samurai durante el Período Edo de un Japón feudal algo anacrónico. Estos tres personajes no son planos ni estereotipados, sino que tienen una personalidad trabajada y evolucionan a lo largo de la serie.

He calificado a Jin y a Mugen como "dos jóvenes samurais" pero quizás no sea lo más correcto, pues ninguno de ellos es un samurai convencional (sin duda Mugen es el menos convencional de los dos, con su peculiar estilo de lucha, su socarronería, desfachatez y aspecto descuidado, cual Han Solo). En esta historia hay sitio para la aventura, los duelos a espada (técnicamente muy bien resueltos con el efecto de una "steady-cam"), el amor y también el humor. Precisamente diría que esta última característica es una seña de identidad en la serie: se trata de un humor peculiar que, más que provocar carcajadas, favorece la sonrisa cómplice del espectador y en gran medida es resultado del sabio uso de los anacronismos antes mencionados (por ejemplo, la presencia del hip-hop y el rap).

El doblaje japonés original es realmente bueno no así el castellano, del que no haré más comentarios. Tan sólo recomendar su visionado en versión original con subtítulos en nuestro idioma (como debería hacerse con el cine de Kurosawa, que siempre pierde enteros con el doblaje a castellano).

¿Qué más podría decir? Multitud de cosas, muchas más de las que cabrían en un post como éste.

Para finalizar, sólo una cosa más: os recomiendo a todos que la veais, la disfrutareis mucho.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Mugen Samurai? Mugen es un pícaro. Sus intereses son:

- mujeres
- comida
- más comida
- más mujeres

Pero al final acaba cayendo bien. La serie está genial. ¡¡¡¡Gracias por recomendarmela!!!!

Gabriel M. dijo...

Sí que es un pícaro ;) Los tres protagonistas de Samurai Champloo se hacen querer a medida que transcurre la serie. Incomparable anime.

Estaba seguro de que te iba a gustar. Al final ser un pesado no es tan malo ;)

Gabriel M. dijo...

Ahora que lo pienso, leyendo lo que pones sobre Mugen y sus intereses, me he acordado de otro personaje (éste de un videojuego mítico): El Bardo, protagonista del atípico juego de rol The Bard's Tale, creado por Brian Fargo y que destila humor por los cuatro costados.
Sus intereses son exactamente esos:

- mujeres
- comida
- más comida
- más mujeres

:)