DREAMFALL: THE LONGEST JOURNEY. ANÁLISIS.
¡Por fin lo han publicado en España! Y lo que es más importante, ¡¡Por fin lo he jugado!! ;-D En un post anterior sobre Dreamfall, dije que mi siguiente intervención al respecto sería para analizarlo (Ver comentario anterior en Audiovisual Reviews). Lo prometido es deuda, así que ¡vamos allá!
Analizar "Dreamfall" es una tarea difícil, pues la sombra que proyecta su antecesor ("The Longest Journey") es realmente alargada. Así, me encuentro ante una gran duda: ¿analizarlo como la continuación de "The Longest Journey" o como un nuevo juego independiente?. La segunda opción es imposible, pues la historia de "Dreamfall" no tiene sentido si no es a la luz de "The Longest Journey" y a lo largo del análisis tenderé a hacer referencias a este último de forma constante. Por tanto, lo analizaré como la continuación de "The Longest Journey", pero intentando ser lo más objetivo y justo que pueda.
Unos antecedentes de los que sentirse orgulloso.
"The Longest Journey" sentó cátedra en el campo de las aventuras gráficas más recientes, convirtiéndose en referencia indiscutible para los analistas de videojuegos.
Usando un sistema de juego clásico, Ragnar Tornquist (su creador) recuperó algo que por alguna extraña razón parecía haberse devalaudo en género de las aventuras con el paso del tiempo: la importancia de una buena historia. El argumento situaba la acción en un futuro no muy lejano, en el cual April Ryan (una joven estudiante de arte) se embarcaba en una aventura que amenazaba con dinamitar los pilares de la realidad que todos conocemos. A través de sus ojos, éramos partícipes de una historia intrigante, alucinante, hermosa, por ratos conmovedora, en ocasiones aterradora y con un atípico tono adulto, pero con una característica omnipresente: un gran alarde de imaginación y ese "algo" que caracteriza a las historias que realmente logran atraparnos (quienes hayais leído libros como El Señor de Los Anillos o La Historia Interminable sabreis de lo que estoy hablando).
Con estos mimbres la experiencia de juego resultaba, en cierto modo, mágica.
Retomando el viaje.
Con "The Longest Journey" pasaba lo que con todas las grandes historias: cinco minutos después de acabar el juego uno ya sentía añoranza porque las aventuras de April Ryan habían terminado.
Sin embargo, la elaborada historia (y, por supuesto, el éxito de crítica y ventas) daba de sí para que tarde o temprano apareciera una continuación. ¿Qué le pasaría a April tras el final del juego? ¿Cómo continuaría el viaje más largo?...
Para sorpresa de muchos, "Dreamfall" comienza 10 años después del original y con un personaje nuevo: Zoe Castillo, una joven de Casablanca (en el futuro, una especie de paraíso de la civilización) que se ve envuelta en unos acontecimientos que la superan.
¿Quién es Zoe? ¿Qué ha pasado con April? Tendremos que esperar un poco más para saberlo.
Mundo de ensueño.
Al igual que ocurría en "The Longest Journey" la ambientación es sobresaliente. Sin embargo, el salto definitivo a las 3D aporta a "Dreamfall" un entorno (a priori) más inmersivo.
Lo diré sin miedo a equivocarme: estamos ante la aventura con los gráficos más bonitos que se hayan visto hasta la fecha en el género. Es inevitable: revisitar algunos parajes bien conocidos de Stark y Arcadia y tener la oportunidad de ver como han cambiado en 10 años resulta emocionante.
En el juego, disfrutamos de paisajes tan hermosos que sucumbimos a la tentación de presionar la tecla de captura de pantalla una y otra vez para aprovisionarnos de bonitos fondos de escritorio (si no creeis que esto pueda ocurrir, ya me contareis cuando lo hayais jugado :-) ).
La música consigue sumergirnos aún más en un entorno de belleza sin par. La partitura instrumental es más que efectiva, alcanzando momentos espectaculares (como ese tema que por alguna razón me hace pensar en "Stargate", la película) y las canciones del grupo "Magnet" están bien integradas y funcionan a la perfección.
Una historia que atrapa.
El argumento te envuelve de tal manera y resulta tan inquietante que acabarás pegado al monitor de tu ordenador (o consola) y no podrás abandonar el juego. Para que os hagais una idea, os diré que acabé el juego en tan solo dos días. En este sentido, la historia funciona tan bien que resulta encomiable.
Sin embargo, al juego le falta algo y todavía no sé muy bien el qué. Puede que se trate de más lugares que visitar, de más personajes que conocer (o con los que reencontrarse), mayor profundidad o una mayor duración (de esto último estoy convencido). Lo que también notareis si acabais jugándolo es ese ambiente más opresivo y deprimente que influye definitivamente en la experiencia de juego final.
Una pizca de acción por aquí y un poco de sigilo por allá...
Más que el nuevo entorno gráfico, la auténtica innovación pretende ser los elementos de acción y sigilo que se han añadido al juego. Para los que hemos jugado a "Fahrenheit" ("Indigo Prophecy", en EEUU) la inclusión de estos elementos no es ninguna novedad e incluso funcionan bastante bien, aportando emoción al desarollo. Por desgracia, en "Dreamfall" no ocurre lo mismo: en mi opinión los momentos de sigilo no desmerecen pero los de acción no llegan siquiera a un mínimo de corrección. El sistema es simplón y está mal calibrado, la respuesta de nuestro personaje es lenta y acabamos por tener la sensación de que el resultado del combate es más bien aleatorio. Esto tendría dos soluciones: (1) Reconstruir completamente el sistema de combate para darle algo más de emoción o (2) Eliminar directamente la posibilidad de combatir.
Leyendo las opiniones de otros jugadores en diversos foros de "la malla" (quiero decir... Internet. Un pequeño lapsus ;-P ) me encuentro con que muchos están a favor de la segunda opción. Sí, se trata de un elemento prescindible que prácticamente no afecta a la jugabilidad del producto pero creo que es una opción interesante y a tener en cuenta (siempre que presente una calidad adecuada y éste no es el caso).
A pesar de lo expuesto, no considero que esto acabe siendo un lastre para el juego, que goza de las suficientes virtudes para que tal defecto resulte ser una pequeñez.
Tres personajes, ¿tres aventuras?.
Otra novedad es que la historia ya no se centra en un único personaje sino que cuenta con tres protagonistas, a los que debemos controlar. Sin embargo, el pastel está repartido de forma muy desigual.
Zoe Castillo es la protagonista absoluta y su papel equivale en cierto modo al de la April Ryan del primer juego: es ella quien vive la mayor parte de la aventura, quien ve alterado su mundo y quien debe afrontar los mayores peligros.
April ha cambiado y aunque está presente en todo momento y su historia resulta más que interesante, echamos en falta saber algo más sobre ella.
El caso del tercer personaje, el guerrero Kyan, es más sangrante. En mi opinión está poco representado a lo largo de la aventura (lo cual es una pena) y su evolución es tan rápida y brusca que resulta irreal (ésta es la mayor pena de todas).
Este infravalorado personaje estaba cargado de posibilidades y ha sido tristemente desaprovechado.
El doblaje a castellano.
Un aspecto bastante alabado de "The Longest Journey" fue su ejemplar doblaje al castellano. Los actores de doblaje eran gente experimentada que han prestado sus voces a famosos actores de Hollywood. La voz de April estaba logradísima y el resto de actores modulaban sus voces aportando el punto exacto de dramatismo a cada situación. Sin duda el mejor doblaje que he escuchado nunca en un videojuego.
El doblaje de "Dreamfall" es, en general, correcto; pero al lado del llevado acabo en la primera entrega, pasa con más pena que gloria. Hay fallos graves en la entonación que traicionan completamente el sentido de ciertas frases y algunos personajes tienen voces algo sosas. El caso más evidente lo tenemos en Reza, el ex-novio de Zoe, que mantiene un tono algo monótono y termina sus líneas de diálogo de forma algo brusca.
La voz de April no tiene nada que ver con la del original; esto tiene sentido hasta cierto punto, dado el enorme cambio que ha sufrido su personaje. Y ese toque risueño característico de su voz en la primera entrega ha pasado en parte al personaje de Zoe, lo cual no está mal.
Se agradece la labor de doblaje pero, sin ánimo de ser injusto con el esfuerzo llevado a cabo por los actores, tengo que reconocer que prefiero el doblaje de "The Longest Journey".
Por cierto, es todo un acierto que el DVD nos permita la opción de jugar con el doblaje original en inglés y los subtítulos en castellano. Así, tenemos donde escoger.
Un prólogo sorprendente y un final demoledor.
El juego se inicia con un prólogo en el que manejamos a un personaje diferente a los tres que he mencionado (no diré de quien se trata para no estropeárselo a nadie) y lo que ocurre a continuación nos deja con una enorme incógnita en la mente.
Pero si el prólogo es sorprendente, el final resulta demoledor. Esta afirmación que puede resultar tan ambigua requeriría entrar en detalles que desvelarían parte del argumento y del final... y me niego a hacer eso. Me limitaré a decir un par de cosas: (1) más que a resolver incógnitas, el juego se dedica a abrir nuevos interrogantes. (2) El final es brusco y poco (o nada) concluyente: justo cuando el deseo de saber más se convierte en una necesidad casi vital, nos deja con la miel en los labios. Oh, ¡cuánta crueldad!...
La tercera parte está cantada. Solo espero es que el señor Tornquist se apiade de nosotros y nos la haga llegar lo antes posible, porque ¡necesito saber qué va a pasar ahora!.
Aunque he de reconocer que definitivamente "The Longest Journey" me gustó más, mi veredicto para "Dreamfall" es positivo. A pesar del final (¡Cómo puedes dejarnos así, Ragnar!), he disfrutado un montón jugándolo. Y la verdad es que es difícil decir algo más sobre este juego, porque corresponde a una transición en la historia que nos cuenta en conjunto con el original. Una valoración más precisa dependerá de lo que ocurra con la tercera parte.
A todos vosotros, os recomiendo "Dreamfall" y, si todavía no conoceis "The Longest Journey"... ¿a qué estais esperando?. Os estais perdiendo un viaje inigualable: el viaje más largo.
¡Por fin lo han publicado en España! Y lo que es más importante, ¡¡Por fin lo he jugado!! ;-D En un post anterior sobre Dreamfall, dije que mi siguiente intervención al respecto sería para analizarlo (Ver comentario anterior en Audiovisual Reviews). Lo prometido es deuda, así que ¡vamos allá!
Analizar "Dreamfall" es una tarea difícil, pues la sombra que proyecta su antecesor ("The Longest Journey") es realmente alargada. Así, me encuentro ante una gran duda: ¿analizarlo como la continuación de "The Longest Journey" o como un nuevo juego independiente?. La segunda opción es imposible, pues la historia de "Dreamfall" no tiene sentido si no es a la luz de "The Longest Journey" y a lo largo del análisis tenderé a hacer referencias a este último de forma constante. Por tanto, lo analizaré como la continuación de "The Longest Journey", pero intentando ser lo más objetivo y justo que pueda.
Unos antecedentes de los que sentirse orgulloso.
"The Longest Journey" sentó cátedra en el campo de las aventuras gráficas más recientes, convirtiéndose en referencia indiscutible para los analistas de videojuegos.
Usando un sistema de juego clásico, Ragnar Tornquist (su creador) recuperó algo que por alguna extraña razón parecía haberse devalaudo en género de las aventuras con el paso del tiempo: la importancia de una buena historia. El argumento situaba la acción en un futuro no muy lejano, en el cual April Ryan (una joven estudiante de arte) se embarcaba en una aventura que amenazaba con dinamitar los pilares de la realidad que todos conocemos. A través de sus ojos, éramos partícipes de una historia intrigante, alucinante, hermosa, por ratos conmovedora, en ocasiones aterradora y con un atípico tono adulto, pero con una característica omnipresente: un gran alarde de imaginación y ese "algo" que caracteriza a las historias que realmente logran atraparnos (quienes hayais leído libros como El Señor de Los Anillos o La Historia Interminable sabreis de lo que estoy hablando).
Con estos mimbres la experiencia de juego resultaba, en cierto modo, mágica.
Retomando el viaje.
Con "The Longest Journey" pasaba lo que con todas las grandes historias: cinco minutos después de acabar el juego uno ya sentía añoranza porque las aventuras de April Ryan habían terminado.
Sin embargo, la elaborada historia (y, por supuesto, el éxito de crítica y ventas) daba de sí para que tarde o temprano apareciera una continuación. ¿Qué le pasaría a April tras el final del juego? ¿Cómo continuaría el viaje más largo?...
Para sorpresa de muchos, "Dreamfall" comienza 10 años después del original y con un personaje nuevo: Zoe Castillo, una joven de Casablanca (en el futuro, una especie de paraíso de la civilización) que se ve envuelta en unos acontecimientos que la superan.
¿Quién es Zoe? ¿Qué ha pasado con April? Tendremos que esperar un poco más para saberlo.
Mundo de ensueño.
Al igual que ocurría en "The Longest Journey" la ambientación es sobresaliente. Sin embargo, el salto definitivo a las 3D aporta a "Dreamfall" un entorno (a priori) más inmersivo.
Lo diré sin miedo a equivocarme: estamos ante la aventura con los gráficos más bonitos que se hayan visto hasta la fecha en el género. Es inevitable: revisitar algunos parajes bien conocidos de Stark y Arcadia y tener la oportunidad de ver como han cambiado en 10 años resulta emocionante.
En el juego, disfrutamos de paisajes tan hermosos que sucumbimos a la tentación de presionar la tecla de captura de pantalla una y otra vez para aprovisionarnos de bonitos fondos de escritorio (si no creeis que esto pueda ocurrir, ya me contareis cuando lo hayais jugado :-) ).
La música consigue sumergirnos aún más en un entorno de belleza sin par. La partitura instrumental es más que efectiva, alcanzando momentos espectaculares (como ese tema que por alguna razón me hace pensar en "Stargate", la película) y las canciones del grupo "Magnet" están bien integradas y funcionan a la perfección.
Una historia que atrapa.
El argumento te envuelve de tal manera y resulta tan inquietante que acabarás pegado al monitor de tu ordenador (o consola) y no podrás abandonar el juego. Para que os hagais una idea, os diré que acabé el juego en tan solo dos días. En este sentido, la historia funciona tan bien que resulta encomiable.
Sin embargo, al juego le falta algo y todavía no sé muy bien el qué. Puede que se trate de más lugares que visitar, de más personajes que conocer (o con los que reencontrarse), mayor profundidad o una mayor duración (de esto último estoy convencido). Lo que también notareis si acabais jugándolo es ese ambiente más opresivo y deprimente que influye definitivamente en la experiencia de juego final.
Una pizca de acción por aquí y un poco de sigilo por allá...
Más que el nuevo entorno gráfico, la auténtica innovación pretende ser los elementos de acción y sigilo que se han añadido al juego. Para los que hemos jugado a "Fahrenheit" ("Indigo Prophecy", en EEUU) la inclusión de estos elementos no es ninguna novedad e incluso funcionan bastante bien, aportando emoción al desarollo. Por desgracia, en "Dreamfall" no ocurre lo mismo: en mi opinión los momentos de sigilo no desmerecen pero los de acción no llegan siquiera a un mínimo de corrección. El sistema es simplón y está mal calibrado, la respuesta de nuestro personaje es lenta y acabamos por tener la sensación de que el resultado del combate es más bien aleatorio. Esto tendría dos soluciones: (1) Reconstruir completamente el sistema de combate para darle algo más de emoción o (2) Eliminar directamente la posibilidad de combatir.
Leyendo las opiniones de otros jugadores en diversos foros de "la malla" (quiero decir... Internet. Un pequeño lapsus ;-P ) me encuentro con que muchos están a favor de la segunda opción. Sí, se trata de un elemento prescindible que prácticamente no afecta a la jugabilidad del producto pero creo que es una opción interesante y a tener en cuenta (siempre que presente una calidad adecuada y éste no es el caso).
A pesar de lo expuesto, no considero que esto acabe siendo un lastre para el juego, que goza de las suficientes virtudes para que tal defecto resulte ser una pequeñez.
Tres personajes, ¿tres aventuras?.
Otra novedad es que la historia ya no se centra en un único personaje sino que cuenta con tres protagonistas, a los que debemos controlar. Sin embargo, el pastel está repartido de forma muy desigual.
Zoe Castillo es la protagonista absoluta y su papel equivale en cierto modo al de la April Ryan del primer juego: es ella quien vive la mayor parte de la aventura, quien ve alterado su mundo y quien debe afrontar los mayores peligros.
April ha cambiado y aunque está presente en todo momento y su historia resulta más que interesante, echamos en falta saber algo más sobre ella.
El caso del tercer personaje, el guerrero Kyan, es más sangrante. En mi opinión está poco representado a lo largo de la aventura (lo cual es una pena) y su evolución es tan rápida y brusca que resulta irreal (ésta es la mayor pena de todas).
Este infravalorado personaje estaba cargado de posibilidades y ha sido tristemente desaprovechado.
El doblaje a castellano.
Un aspecto bastante alabado de "The Longest Journey" fue su ejemplar doblaje al castellano. Los actores de doblaje eran gente experimentada que han prestado sus voces a famosos actores de Hollywood. La voz de April estaba logradísima y el resto de actores modulaban sus voces aportando el punto exacto de dramatismo a cada situación. Sin duda el mejor doblaje que he escuchado nunca en un videojuego.
El doblaje de "Dreamfall" es, en general, correcto; pero al lado del llevado acabo en la primera entrega, pasa con más pena que gloria. Hay fallos graves en la entonación que traicionan completamente el sentido de ciertas frases y algunos personajes tienen voces algo sosas. El caso más evidente lo tenemos en Reza, el ex-novio de Zoe, que mantiene un tono algo monótono y termina sus líneas de diálogo de forma algo brusca.
La voz de April no tiene nada que ver con la del original; esto tiene sentido hasta cierto punto, dado el enorme cambio que ha sufrido su personaje. Y ese toque risueño característico de su voz en la primera entrega ha pasado en parte al personaje de Zoe, lo cual no está mal.
Se agradece la labor de doblaje pero, sin ánimo de ser injusto con el esfuerzo llevado a cabo por los actores, tengo que reconocer que prefiero el doblaje de "The Longest Journey".
Por cierto, es todo un acierto que el DVD nos permita la opción de jugar con el doblaje original en inglés y los subtítulos en castellano. Así, tenemos donde escoger.
Un prólogo sorprendente y un final demoledor.
El juego se inicia con un prólogo en el que manejamos a un personaje diferente a los tres que he mencionado (no diré de quien se trata para no estropeárselo a nadie) y lo que ocurre a continuación nos deja con una enorme incógnita en la mente.
Pero si el prólogo es sorprendente, el final resulta demoledor. Esta afirmación que puede resultar tan ambigua requeriría entrar en detalles que desvelarían parte del argumento y del final... y me niego a hacer eso. Me limitaré a decir un par de cosas: (1) más que a resolver incógnitas, el juego se dedica a abrir nuevos interrogantes. (2) El final es brusco y poco (o nada) concluyente: justo cuando el deseo de saber más se convierte en una necesidad casi vital, nos deja con la miel en los labios. Oh, ¡cuánta crueldad!...
La tercera parte está cantada. Solo espero es que el señor Tornquist se apiade de nosotros y nos la haga llegar lo antes posible, porque ¡necesito saber qué va a pasar ahora!.
Aunque he de reconocer que definitivamente "The Longest Journey" me gustó más, mi veredicto para "Dreamfall" es positivo. A pesar del final (¡Cómo puedes dejarnos así, Ragnar!), he disfrutado un montón jugándolo. Y la verdad es que es difícil decir algo más sobre este juego, porque corresponde a una transición en la historia que nos cuenta en conjunto con el original. Una valoración más precisa dependerá de lo que ocurra con la tercera parte.
A todos vosotros, os recomiendo "Dreamfall" y, si todavía no conoceis "The Longest Journey"... ¿a qué estais esperando?. Os estais perdiendo un viaje inigualable: el viaje más largo.
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