ADVENT RISING. ANÁLISIS.
En los inicios de este blog publiqué un pequeño comentario sobre este título a modo de "preview" (Ver comentario anterior en Audiovisual Reviews). Ahora que he tenido la oportunidad de jugarlo me encuentro en disposición de hacer un análisis, así que ahí va:
Una historia interesante.
Hace unos años un juego llamado "Advent Rising" era expuesto en el E3; a pesar de hallarse en un temprano estado de desarrollo y quedar eclipsado por otros títulos más comerciales, consiguió llamar la atención por sus hermosos gráficos y por el guionista encargado de dar forma a la historia (redoble de tambor...): Orson Scott Card, conocido escritor de ciencia ficción responsable de la saga de Ender y de otras muchas novelas que han sabido hacerse un hueco en la colección de los amantes de la ciencia ficción.
Ahora avancemos unos cuantos años hacia delante: cuando la campaña publicitaria de "Advent Rising" dio comienzo, todos aquellos que seguíamos su desarrollo fuimos bombardeados con unos espectaculares trailers que prometían acción desenfrenada en un ambiente de ciencia ficción lleno de épica. Sí, épica que destilaba de una espectacular música orquestal. Además, nos enteramos de que "Advent Rising" sería solo la primera parte de una saga prevista de tres capítulos, en la cual las decisiones que hubiéramos tomado en el primer episodio influirían decisivamente en el desarrollo de los otros dos.
Tras un largo desarrollo el juego al fin sale a la luz. Tras la alegría inicial recibimos malas noticias: el juego no tiene una fecha prevista para su distribución en España. Cuando finalmente se llega a un acuerdo para la distribución, respiramos aliviados, pero la salida al mercado se retrasará todavía unos meses y aún encima no será traducido al castellano.
Tras esta breve reseña sobre la historia del desarrollo es hora de sumergirnos en la historia del juego: Gideon Wyeth es un joven humano, piloto de naves estelares. Su hermano mayor, un oficial condecorado y el mejor piloto de la flota, es algo así como su modelo a seguir. La historia da comienzo con Gideon llegando a una enorme nave de guerra para asistir al primer contacto con una raza alienígena desconocida por los terrícolas: los "aurelians". Se trata de unos majestuosos seres con poderes increíbles que han venido a advertir a los terrícolas de la llegada de los "seeker", una raza de seres violentos e hipócritas decidida a exterminar a los humanos, a los que consideran un peligro. No entraré en más detalles para no estropear la historia. Basta decir que a partir de aquí los acontecimientos adquieren un cariz de drama épico en el que nuestro protagonista debe descubrir sus poderes ocultos para combatir a los "seeker".
Acción épica en un universo de ciencia ficción.
Así es como se nos vende el producto. Sí, se trata de un juego de acción pura en tercera persona donde las notas de originalidad vienen dadas por el interesante argumento, la capacidad de tomar decisiones y unos poderes espectaculares.
Esta es la teoría, pero la práctica difiere ligeramente: es innegable que el argumento resulta interesante y también es innegable que se trata de uno de los dos pilares del juego. La prometedora capacidad de tomar decisiones se traduce en un desarrollo bastante lineal en el cual nos sentimos irremediablemente guiados en un sentido predeterminado (salvo en una o dos ocasiones) y esto es precisamente lo que resta gran parte de encanto al juego. Respecto a los poderes, es una gozada poder usarlos a nuestro placer y también es todo un acierto poder asignar uno diferente a cada mano del protagonista (o bien dos armas distintas o incluso un poder y un arma a nuestra elección). Por desgracia tardamos bastante en conseguirlos. Hasta ese momento el juego alcanza por momentos cotas de dificultad endiabladas, que nos hacen cargar partida una y otra vez; además no podemos guardar partida en todo momento sino solo en puntos predeterminados, al más puro estilo "Far Cry" o "Halo".
Abrirnos paso usando un par de armas resulta una tarea difícil, poco gratificante y mecánica que desemboca en la monotonía y el deseo de abandonar la partida y no seguir adelante. Este desequilibrio, por sí solo, es un fallo grave en un videojuego. Pero cuando conseguimos nuestros poderes la cosa mejora bastante hasta el punto de que en muchas ocasiones iremos realmente "sobrados" y una enorme horda de enemigos no supondrá ningún problema para nuestro semi-divino protagonista. Una vez más, notamos un desequilibrio respecto a los primeros momentos de juego. Los poderes son numerosos y variados y todos poseen una versión opuesta que también podemos utilizar. En resumen, la conclusión a la que podemos llegar es que la acción resulta desequilibrada en su dificultad pero también espectacular por momentos.
¿Esplendor gráfico?.
Antes hablaba de que el juego se sustenta sobre dos pilares: uno es el argumento y el otro, desde luego, NO es el apartado gráfico.
El motor utilizado es el Unreal Warfare: una versión recortada y simplona del motor Unreal para uso en videoconsolas de la anterior generación (básicamente, X-Box).
El apartado visual resultante muestra un desequilibrio comparable al existente en la jugabilidad: por un lado tenemos escenarios de tamaño considerable y efectos visuales que, sin resultar espectaculares, dan el pego. Por otro, tenemos unos personajes algo desproporcionados y pobres en polígonos, una paleta de colores demasiado chillona, efectos de reflejo en el agua MUY pero que MUY cutres y un rendimiento demasiado malo si tenemos en cuenta que los gráficos están desfasados, lo cual es síntoma innegable de una mala optimización en la versión PC del juego.
Herencia consolera.
Cuando empezamos a jugar a "Advent Rising" salta a la vista que se trata de un juego multiplataforma. La versión para X-Box fue la primera en comercializarse y cabe pensar que la versión PC es una adaptación directa de la anterior.
Es algo que se nota en los gráficos (desfasados y carentes de efectos avanzados para las gráficas más actuales), el sistema de guardado de partidas limitado (basado en puntos de control), el bajo rendimiento (típico de una conversión de consola a PC) y en el sistema de control. Un sistema de control muy bien diseñado para jugar con un pad; así, aunque es perfectamente posible jugar con la combinación típicamente pecera de ratón y teclado, resulta recomendable usar un pad.
¡Esplendor musical!.
La música es el segundo pilar sobre el que se sustenta el juego. La banda sonora de "Advent Rising" incluye impactantes temas épicos de lucha, una música ambiental más que correcta y hermosos cortes musicales cargados de dramatismo, épica, belleza y espectacularidad que calarán hondo en todo aquel que los escuche.
Lo diré de forma bien directa: la banda sonora es tan buena que resulta excusa suficiente para que jugar a "Advent Rising" merezca la pena (dejando de lado las demás cualidades y los puntos negros del juego).
Acordaos del nombre del compositor (Tommy Tallarico) porque creo (y espero) que a partir de ahora sonará con fuerza en el panorama musical junto al de Jeremy Soule.
Terminando...
En su conjunto, "Advent Rising" resulta un título cargado de buenas intenciones pero que pide a gritos más tiempo de desarrollo, profundidad, libertad de acción, un reajuste importante en la jugabilidad y un apartado gráfico más actual. En estos puntos resulta decepcionante. Por otra parte, tiene una banda sonora que aprueba con matrícula, una lograda ambientación y buena historia.
Aunque no se trata de un juego que gustará a todos los públicos, si os gusta la ciencia ficción y los puntos que he mencionado como buenos os parecen lo suficientemente importantes no dejeis de probarlo.
En los inicios de este blog publiqué un pequeño comentario sobre este título a modo de "preview" (Ver comentario anterior en Audiovisual Reviews). Ahora que he tenido la oportunidad de jugarlo me encuentro en disposición de hacer un análisis, así que ahí va:
Una historia interesante.
Hace unos años un juego llamado "Advent Rising" era expuesto en el E3; a pesar de hallarse en un temprano estado de desarrollo y quedar eclipsado por otros títulos más comerciales, consiguió llamar la atención por sus hermosos gráficos y por el guionista encargado de dar forma a la historia (redoble de tambor...): Orson Scott Card, conocido escritor de ciencia ficción responsable de la saga de Ender y de otras muchas novelas que han sabido hacerse un hueco en la colección de los amantes de la ciencia ficción.
Ahora avancemos unos cuantos años hacia delante: cuando la campaña publicitaria de "Advent Rising" dio comienzo, todos aquellos que seguíamos su desarrollo fuimos bombardeados con unos espectaculares trailers que prometían acción desenfrenada en un ambiente de ciencia ficción lleno de épica. Sí, épica que destilaba de una espectacular música orquestal. Además, nos enteramos de que "Advent Rising" sería solo la primera parte de una saga prevista de tres capítulos, en la cual las decisiones que hubiéramos tomado en el primer episodio influirían decisivamente en el desarrollo de los otros dos.
Tras un largo desarrollo el juego al fin sale a la luz. Tras la alegría inicial recibimos malas noticias: el juego no tiene una fecha prevista para su distribución en España. Cuando finalmente se llega a un acuerdo para la distribución, respiramos aliviados, pero la salida al mercado se retrasará todavía unos meses y aún encima no será traducido al castellano.
Tras esta breve reseña sobre la historia del desarrollo es hora de sumergirnos en la historia del juego: Gideon Wyeth es un joven humano, piloto de naves estelares. Su hermano mayor, un oficial condecorado y el mejor piloto de la flota, es algo así como su modelo a seguir. La historia da comienzo con Gideon llegando a una enorme nave de guerra para asistir al primer contacto con una raza alienígena desconocida por los terrícolas: los "aurelians". Se trata de unos majestuosos seres con poderes increíbles que han venido a advertir a los terrícolas de la llegada de los "seeker", una raza de seres violentos e hipócritas decidida a exterminar a los humanos, a los que consideran un peligro. No entraré en más detalles para no estropear la historia. Basta decir que a partir de aquí los acontecimientos adquieren un cariz de drama épico en el que nuestro protagonista debe descubrir sus poderes ocultos para combatir a los "seeker".
Acción épica en un universo de ciencia ficción.
Así es como se nos vende el producto. Sí, se trata de un juego de acción pura en tercera persona donde las notas de originalidad vienen dadas por el interesante argumento, la capacidad de tomar decisiones y unos poderes espectaculares.
Esta es la teoría, pero la práctica difiere ligeramente: es innegable que el argumento resulta interesante y también es innegable que se trata de uno de los dos pilares del juego. La prometedora capacidad de tomar decisiones se traduce en un desarrollo bastante lineal en el cual nos sentimos irremediablemente guiados en un sentido predeterminado (salvo en una o dos ocasiones) y esto es precisamente lo que resta gran parte de encanto al juego. Respecto a los poderes, es una gozada poder usarlos a nuestro placer y también es todo un acierto poder asignar uno diferente a cada mano del protagonista (o bien dos armas distintas o incluso un poder y un arma a nuestra elección). Por desgracia tardamos bastante en conseguirlos. Hasta ese momento el juego alcanza por momentos cotas de dificultad endiabladas, que nos hacen cargar partida una y otra vez; además no podemos guardar partida en todo momento sino solo en puntos predeterminados, al más puro estilo "Far Cry" o "Halo".
Abrirnos paso usando un par de armas resulta una tarea difícil, poco gratificante y mecánica que desemboca en la monotonía y el deseo de abandonar la partida y no seguir adelante. Este desequilibrio, por sí solo, es un fallo grave en un videojuego. Pero cuando conseguimos nuestros poderes la cosa mejora bastante hasta el punto de que en muchas ocasiones iremos realmente "sobrados" y una enorme horda de enemigos no supondrá ningún problema para nuestro semi-divino protagonista. Una vez más, notamos un desequilibrio respecto a los primeros momentos de juego. Los poderes son numerosos y variados y todos poseen una versión opuesta que también podemos utilizar. En resumen, la conclusión a la que podemos llegar es que la acción resulta desequilibrada en su dificultad pero también espectacular por momentos.
¿Esplendor gráfico?.
Antes hablaba de que el juego se sustenta sobre dos pilares: uno es el argumento y el otro, desde luego, NO es el apartado gráfico.
El motor utilizado es el Unreal Warfare: una versión recortada y simplona del motor Unreal para uso en videoconsolas de la anterior generación (básicamente, X-Box).
El apartado visual resultante muestra un desequilibrio comparable al existente en la jugabilidad: por un lado tenemos escenarios de tamaño considerable y efectos visuales que, sin resultar espectaculares, dan el pego. Por otro, tenemos unos personajes algo desproporcionados y pobres en polígonos, una paleta de colores demasiado chillona, efectos de reflejo en el agua MUY pero que MUY cutres y un rendimiento demasiado malo si tenemos en cuenta que los gráficos están desfasados, lo cual es síntoma innegable de una mala optimización en la versión PC del juego.
Herencia consolera.
Cuando empezamos a jugar a "Advent Rising" salta a la vista que se trata de un juego multiplataforma. La versión para X-Box fue la primera en comercializarse y cabe pensar que la versión PC es una adaptación directa de la anterior.
Es algo que se nota en los gráficos (desfasados y carentes de efectos avanzados para las gráficas más actuales), el sistema de guardado de partidas limitado (basado en puntos de control), el bajo rendimiento (típico de una conversión de consola a PC) y en el sistema de control. Un sistema de control muy bien diseñado para jugar con un pad; así, aunque es perfectamente posible jugar con la combinación típicamente pecera de ratón y teclado, resulta recomendable usar un pad.
¡Esplendor musical!.
La música es el segundo pilar sobre el que se sustenta el juego. La banda sonora de "Advent Rising" incluye impactantes temas épicos de lucha, una música ambiental más que correcta y hermosos cortes musicales cargados de dramatismo, épica, belleza y espectacularidad que calarán hondo en todo aquel que los escuche.
Lo diré de forma bien directa: la banda sonora es tan buena que resulta excusa suficiente para que jugar a "Advent Rising" merezca la pena (dejando de lado las demás cualidades y los puntos negros del juego).
Acordaos del nombre del compositor (Tommy Tallarico) porque creo (y espero) que a partir de ahora sonará con fuerza en el panorama musical junto al de Jeremy Soule.
Terminando...
En su conjunto, "Advent Rising" resulta un título cargado de buenas intenciones pero que pide a gritos más tiempo de desarrollo, profundidad, libertad de acción, un reajuste importante en la jugabilidad y un apartado gráfico más actual. En estos puntos resulta decepcionante. Por otra parte, tiene una banda sonora que aprueba con matrícula, una lograda ambientación y buena historia.
Aunque no se trata de un juego que gustará a todos los públicos, si os gusta la ciencia ficción y los puntos que he mencionado como buenos os parecen lo suficientemente importantes no dejeis de probarlo.
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