lunes, julio 31, 2006

LA ETERNA ESPERA. JUEGOS QUE SE RETRASAN.

Es el cuento de nunca acabar, pasa con los mejores juegos (y también con los peores). Tras ponernos los dientes largos con imágenes, vídeos y demás parafernalia audiovisual, los creadores deciden retrasar el lanzamiento de un juego. Esta peculiar costumbre está dejando se ser algo tendencioso para convertirse en una plaga que azota cada vez con más fuerza a los fans y compradores potenciales. Las razones y excusas son de lo más variadas.

Las más comunes y/o típicas:

- El juego se ha retrasado porque la distribuidora prevista para el lanzamiento ha quebrado o bien ha sido comprada por otro grupo comercial. Probablemente pase esto con Neverwinter Nights 2, que por lo pronto ya se nos va a Octubre.

- Inicialmente no hay ninguna distribuidora interesada en distribuir el juego en cuestión en nuestro país. Ya pasó con BloodRayne 2 y Advent Rising, que afortunadamente sí llegaron y con otros que nunca lo hicieron como el genial System Shock 2.

- Han surgido problemas técnicos de última hora. Esta razón es tan típica que probablemente haya influido en el retraso de la mayoría de los juegos. Los ejemplos son muchos y últimamente el que se lleva la palma es STALKER: Shadow of Chernobyl, que va camino de convertirse en un nuevo Duke Nukem Forever.

- El proceso de localización provoca el inefable retraso. Parece que esto es lo que le ha ocurrido a Dreamfall, cuyo lanzamiento estaba previsto para la primera mitad de Julio y que deseablemente saldrá a la venta durante Agosto en nuestro país.


Las más exóticas y llamativas:

- Alguien ha filtrado parte del código fuente del juego a través de Internet (según parece esto llegó a pasar hacia el final del desarrollo de Half-Life 2).

- "El juego saldrá a la venta cuando esté listo". Mítica frase de George Broussard, de 3D Realms y responsable de Duke Nukem Forever. Se trata de un juego que lleva muchísimos años de retraso y que ya pocos esperan que llegue a ser publicado algún día. De hecho, la coletilla "Forever" (eterno) del título no podría ser más adecuada para describir su peculiar proceso de desarrollo, durante el cual el motor gráfico se ha llegado a cambiar en innumerables ocasiones.


¿Cuáles son las consecuencias de este fenómeno?. Variadas, la verdad. Veamos los casos más representativos:

- Half-Life 2. A pesar de su retraso, resultó una obra maestra que ha puesto el listón altísimo para los recientes juegos de acción.

- Fahrenheit. Tras un desarrollo accidentado, el producto final resultó un gran juego que obtuvo el favor de la crítica y los compradores.

- Prey. Un proyecto de 3D Realms que se canceló hace años y, cuando ya nadie contaba con él, los responsables van y lo sacan, cual conejo, de su mágica chistera.

- Blade: The Edge of Darkness. Juego español conocido en el extranjero como Severance: Blade of Darkness. Se trata de una aventura de acción con elementos de rol y ambientación fantástico-medieval. A pesar de sufrir un gran retraso, se publicó como un juego bastante bien rematado (aunque no libre de "bugs"), jugable y espectacular, luciendo uno de los motores gráficos más avanzados de la época (para muchos, el mejor). Sin embargo la piratería se cebó con el juego en cuestión y, aunque vendió muchas copias, no resultó el exitazo que debería haber sido. Al poco tiempo la compañía fue cerrada y sus miembros se dispersaron, fundando nuevas compañías con nuevos proyectos. A pesar de todo, es un título legendario que será recordado durante mucho tiempo.

- Daikatana. El ejemplo más tristemente conocido de juego gafado. Prometía muchísimo pero se retrasó tanto que, cuando salió a la venta, su concepto estaba más que superado y el juego resultaba pobre en jugabilidad y a nivel gráfico. El fracaso fue tal que algunos llamaron al juego "Daicastaña" e incluso se empezó a hablar del "Efecto Daikatana" para referirse a todos aquellos juegos que corrieron una suerte similar.

- Duke Nukem Forever. La gran incógnita: ¿saldrá a la venta algún día?, ¿la espera habrá merecido la pena?. Esperemos que sea así...


Mi opinión: La existencia de juegos famosos y prometedores que han sufrido (y sufren) retrasos titánicos influye negativamente en nuestro concepto global del problema. Si analizamos los datos con detenimiento y con la menor cantidad de prejuicios posible obtendremos la conclusión de que muchas veces el retraso es pequeño y realmente ha merecido la pena esperar para obtener así un producto mejor rematado (desde luego, yo prefiero esto a que los desarrolladores publiquen un juego hecho a toda prisa, descuidado e inacabado, como fue el caso de Tomb Raider: The Angel of Darkness).
Eso sí, hay casos que dinamitan la paciencia de cualquiera y en muchas ocasiones esto se solucionaría dando fechas de lanzamiento más realistas y no publicitando un juego a lo bestia cuando aún le queda mucho tiempo de desarrollo por delante. Es mejor la postura de Valve Software que, a pesar del retraso posterior de Half-Life 2, al principio siempre desmintió la existencia del proyecto hasta que fue una realidad palpable y prácticamente finalizada.

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