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BLADE RUNNER.

"Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia"

Si me preguntais sobre películas de culto, Blade Runner será sin duda la primera que se me venga a la cabeza.

A pesar del poco éxito comercial que tuvo durante su estreno, ha acabado por convertirse en todo un clásico de la mejor ciencia ficción y por ingresar en la cultura popular de forma inevitable.

La inmortal obra de Ridley Scott ha envejecido con gran dignidad y, como los buenos vinos, ha ganado con los años.

Recuerdo la primera vez que la vi en VHS... desde el principio me atrapó su seductora atmósfera, de aspecto anacrónico y a medio camino entre el clásico cine negro y la futurista ciencia ficción más barroca.

Otra característica que no me pasó desapercibida tras ver la película fue la gran labor llevada a cabo por Vangelis en la composición de la banda sonora, que encaja a la perfección en el contexto, aportando un cierto aire de ensoñación, tristeza, derrotismo y belleza.

Años después leí el libro de Philip K. Dick en el que se basaba la película, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? y me sorprendió lo diferente que era de la película.

Confieso que la película me gusta más, pero no se puede negar la genialidad del libro de Dick.

Tras haber leído el libro y visualizar de nuevo la película (reconozco que la he visto docenas de veces; es como reencontrarse con un viejo amigo) me di cuenta de que la película tenía un gran mérito: a pesar de modificar completamente muchos aspectos del libro y eludir por completo otros (como la importancia de los animales y del mercerismo en la trama), mantenía intacto a su manera el espíritu de la obra original, la temática principal, el suspense dramático y el nivel de paranoia (aunque sensiblemente inferior al de la novela) sin necesidad de hacer una copia literal de la obra de Dick, sino incluso enriqueciendo su universo.

Para ampliar la experiencia recomiendo a todos los fans de la película y/o el libro que lean la novela Blade Runner 2: El límite de lo humano (de K.W. Jeter) y jueguen al genial videojuego de Westwood, Blade Runner, que propone una historia paralela en clave de aventura gráfica con múltiples finales.

Tanto el uno como el otro toman elementos del libro original de Dick y de la película y los mezclan de forma interesante.

Vaya, después de escribir sobre Blade Runner me han entrado ganas de ver la película por enésima vez...